El medio ruso obtuvo imágenes de los sistemas de artillería Katran-M que fueron instaladas en las lanchas que los agentes fronterizos rusos detuvieron en el 2018 durante el incidente en el estrecho de Kerch. Kiev posiciona los Katran-M ucranianos como los sistemas a control remoto más modernos en el mundo.
Sin embargo, las fotos obtenidas por el medio y publicadas en Twitter, muestran que los sistemas apresados por Rusia fueron construidos de materiales de baja calidad y tienen bajo nivel tecnológico.
Lo primero que llamó la atención de los expertos entrevistados por Izvestia, fue la inflamable cinta aislante hecha de trapos y los afianzadores de plástico que ayudan a pegar los cables a las estructuras portadoras. Su cañón de 30 milímetros se estabilizaba durante el tiro con ayuda de un balancín artificial que fue hecho de hojas de acero unidas entre sí con los tornillos.
"Su diseño y ensamblaje son repugnantes: se ven grandes huelgos en el reductor, lo que afecta la precisión y la densidad de tiro en movimiento", aseveró el coronel en reserva Serguéi Suvorov al estudiar las fotos del sistema.
"El módulo de combate tiene huelgos, lo que disminuye su eficacia. Por eso, incluso teoréticamente la lancha no pudo usar por completo su principal arma", aseveró.
Hoy en día el complejo militar industrial de Ucrania se ha degradado por completo y no es capaz de producir incluso las armas antiguas, considera el experto en materia militar Vladislav Shurygin.
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"Lo máximo que los constructores ucranianos pueden hacer actualmente es hacer publicidad de sus méritos: producir algo anticuado y mal y presentarlo como una tecnología armamentística 'know how'", concluyó.