"La cuestión de Jerusalén es algo que como todo el mundo sabe es importantísimo, forma parte de la esencia de lo que puede significar esa nueva relación con Israel (…) aún estamos estudiando todos los instrumentos", aseguró el ministro, que remarcó que muchas decisiones se toman en la recta final de la preparación del viaje.
El canciller no lo mencionó claramente, pero sectores ruralistas del Gobierno, encabezados por la ministra de Agricultura, Tereza Cristina da Costa, temen que el traslado de la Embajada derive en un boicot de los países musulmanes a los productos brasileños.
"Es un movimiento que tiene que hacerse dentro de un encaje dentro de otras políticas de la región, tiene que quedar claro que sería algo positivo de la contribución de Brasil a la estabilidad y a la paz en la región", aseguró el ministro, que en ningún momento mencionó a Palestina.
Al ser preguntado por Irán, el ministro dijo que hay una preocupación "gigantesca" de los países árabes en relación al comportamiento de este país y que al aproximarse a Israel Brasil lo que busca precisamente es impulsar la estabilidad y la paz en la región.
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Bolsonaro visitará Israel del 31 de marzo al 3 de abril y mantendrá una reunión bilateral con el primer ministro Benjamin Netanyahu, una de las principales autoridades que acudió a la toma de posesión del líder ultraderechista en enero.