Este fenómeno es causado por el viento, las corrientes, los cambios de temperatura y otros factores que empujan el hielo hacia las orillas del río y más allá.
Las ráfagas de viento de casi 100 km por hora empujaron grandes trozos de hielo a lo largo del río Niágara por encima de los muros de contención.
La gran acumulación de hielo a lo largo de la carretera obligó a la Policía a cerrar la Avenida del Río Niágara e instar a los conductores a tener cuidado.