"No hay razones objetivas para una mayor degradación de las relaciones, aunque hasta ahora, debo admitir, no se dan las condiciones para recuperar la normalidad en las relaciones entre Rusia y la Unión Europea", constató Lavrov en una reunión con empresarios europeos.
A juicio del ministro, "no todos [en Europa] apoyan una normalización de las relaciones".
"Vemos que la demonización de Rusia en los ojos de la opinión pública europea tiene por objetivo crear una cortina de humo para resolver las tareas geopolíticas; continúa la política de aumentar la actividad militar de la OTAN y desplegar la infraestructura militar de la Alianza cerca de las fronteras rusas", constató Lavrov.
Al mismo tiempo, el canciller ruso aseguró que Moscú está abierto a colaborar con la Unión Europea y quiere verla como un socio fuerte pero no contrario a Rusia.
"Estamos dispuestos al desarrollo de las interacciones a un ritmo para el que la Unión Europea esté preparada, nos gustaría verla como un socio unido, fuerte e independiente, unido no en una plataforma antirrusa artificial, sino en la base de los verdaderos intereses nacionales de cada nación miembro", afirmó Lavrov.
Agregó que la comunidad empresarial puede y debe hacer una contribución para restaurar la confianza mutua entre Moscú y Bruselas.
Según Lavrov, en Europa hay cada vez más personas conscientes de que la confrontación con Rusia no tiene sentido.