El enfrentamiento no duró más de 20 segundos. Pero fueron suficientes para que el estadounidense asestara su primera y única patada en la región más vulnerable del ruso, quien seguramente vio toda su vida pasar frente a sus ojos. Jaritónov tuvo que salir del octágono en camilla, el combate quedó a medias sin ningún resultado válido y Mitrione pidió mil veces disculpas ante los espectadores y la prensa.
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