"El Gobierno de Chile expresa su preocupación por la situación en Haití y hace votos por el restablecimiento del orden en ese país; el Ministerio de Relaciones Exteriores está en contacto con otras cancillerías de la región para abordar este tema", indica el ministerio chileno en el texto de prensa.
La Embajada de Chile en Haití permanece cerrada desde el 7 de febrero pasado, tal como otras embajadas, debido a la situación de seguridad.
El 7 de febrero, aniversario 33 del derrocamiento del dictador Jean Claude Duvalier (1971-1986), miles de haitianos salieron a las calles para exigir la dimisión del presidente Jovenel Moise, pese a las medidas económicas anunciadas por el Ejecutivo para reducir el gasto estatal y el déficit presupuestario.
En una semana de protestas, al menos nueve personas murieron y decenas resultaron heridas en el país caribeño, el más pobre de América.
Por su parte, la Organización de los Estados Americanos, a través de su secretario general, Luis Almagro, llamó el 14 de febrero al diálogo en el país.
Almagro publicó en su cuenta de la red social Twitter que habló "con el canciller Bocchit Edmond sobre la situación de las recientes protestas violentas en Haití; llamamos a todos los actores a participar activamente en el proceso de diálogo, respetar el proceso democrático y recurrir a formas pacíficas para resolver conflictos".
Ese mismo día, el presidente haitiano rompió su largo silencio y se dirigió al pueblo haitiano con un discurso televisado, en el que extendió condolencias a las víctimas de los recientes disturbios y manifestó solidaridad con los ciudadanos más necesitados, que no tienen comida ni medicamentos.
Moise indicó que el Gobierno dará a conocer dentro de poco un conjunto de medidas para aliviar la situación económica de la población.
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La Cancillería chilena informó que el país ha tenido un rol relevante en el apoyo a Haití; por más de una década, Santiago participó en la Misión de Estabilización de la Organización de las Naciones Unidas, "colaborando con la seguridad y las autoridades locales en sus esfuerzos en el fortalecimiento de las instituciones".
En 2018, Chile comenzó un programa de regularización de inmigrantes establecidos en el país, "que ha beneficiado a miles de haitianos, así como la Visa de Reunificación Familiar, para evitar separar a las familias de ese país cuyos integrantes permanecen de manera regular" en territorio chileno, añade la Cancillería en el texto de prensa.
En 2017, sin visa, ingresaron como turistas más de 110.000 ciudadanos haitianos; en 2018, con visa, solo 112 reunieron los requisitos, informó la Cancillería.