"En este contexto, con la intención de cohibir la posibilidad de cualquier otro infortunio con niños y adolescentes (…) se hace necesario acoger, en parte, la petición formulada por la Fiscalía (que pedía la clausura de las instalaciones)", publicó el juez Pedro Henrique Alves.
Hasta ahora, las instalaciones funcionaban con normalidad; el martes 12 de febrero, peritos hicieron una visita técnica y no recomendaron el cierre.
Los diez adolescentes murieron la semana pasada en unos dormitorios que no estaban regularizados ni por el ayuntamiento de Río ni por los bomberos, por lo que es posible que las autoridades del Flamengo se enfrenten a acciones criminales.
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