"Desde el inicio de protestas, se pronunciaron 1.796 sentencias y 1.422 personas están esperando una sentencia judicial", dijo Philippe.
Francia vive desde mediados de noviembre de 2018 una oleada de protestas de los llamados chalecos amarillos.
Los manifestantes, que visten prendas fluorescentes, protestaban en un principio por el alza en los precios de los combustibles y los impuestos relacionados, pero luego sus reivindicaciones se extendieron a otras demandas sociales y políticas.
Las manifestaciones han derivado en múltiples enfrentamientos con las fuerzas del orden, destrucción de edificios y automóviles, saqueos y otros hechos violentos.