La compensación se fijó tras seis años de batalla legal.
Momonakaya, de 40 años, confesó al periódico que había llegado a tener pensamientos suicidas debido al racismo de sus compañeros de batallón.
'El racismo me dejó con ganas de suicidarme. Iba a comprar una cuerda. Hoy en día, todavía estoy recibiendo tratamiento psicológico y es posible que no pueda volver a trabajar", declaró.
Para otra escena, a los fiyianos les dijeron que nadaran 500 yardas en un lago. Cuando Momonakaya cuestionó la orden, un superior le comentó: "La razón por la que no quieren nadar es porque le temen al agua y los negros no nadan. ¿Alguna vez has visto a un nadador olímpico negro?"
En otra ocasión, un oficial de alto rango le llamó "bastardo negro" y lo comparó con una estatuilla de plástico negro conocida como "muñeca trol".
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El Ministerio de Defensa británico declaró que "la discriminación y la intimidación no tienen cabida en las Fuerzas Armadas y no serán toleradas". "No sería apropiado comentar los detalles de un acuerdo" agregó.