Según informaciones de la Defensa Civil de Río de Janeiro, cinco personas murieron y una sigue desaparecida.
Las muertes fueron provocadas por deslizamientos de tierra y el derribo de muros y casas en favelas y barrios humildes de la ciudad.
La situación más crítica se da en la avenida Niemeyer, una importante vía de comunicación que transcurre junto al mar: un deslizamiento de tierra cayó sobre un autobús, matando a al menos dos personas.
El alcalde de la ciudad, Marcelo Crivella, decretó tres días de luto oficial y aseguró que se tardará más de un día en recuperar la normalidad.
Te puede interesar: La predicción para Latinoamérica en 2019: inundaciones, sequía y hambruna
Las lluvias derribaron alrededor de 170 árboles, que a su vez cortaron el tráfico de decenas de calles y provocaron apagones al dañar cables de suministro eléctrico.