Según el comunicado del Departamento de Estado estadounidense, la orden de salir de Venezuela concierne a los diplomáticos cuyas actividades no sean de carácter urgente. Se observa que las capacidades de las autoridades de EEUU para brindar servicios a sus ciudadanos en Venezuela serán limitadas.
Además, se advierte a los ciudadanos estadounidenses que residan o están de viaje en el país latinoamericano que "deberían considerar la posibilidad de salir de Venezuela".
La medida tiene lugar un día después que el presidente Nicolás Maduro declarase non grata el personal de la embajada estadounidense en Caracas. Esto, en respuesta al reconocimiento por parte de la Administración Trump del diputado opositor Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.