Antes se informó de 13 muertos.
El conflicto estalló el 2 de enero, después de que unos desconocidos atacaran un poblado en el norte del país donde viven representantes de la tribu Mosi.
Los habitantes locales, en respuesta, atacaron las aldeas de la etnia Fulani (Fulbe), acusando a sus habitantes de encubrir a los agresores.
Dandjinou calificó de terroristas a los instigadores del conflicto y señaló que están interesados en sembrar odio interétnico.
Debido a la creciente actividad de los grupos islamistas en Burkina Faso, las autoridades declararon estado de excepción en varias provincias del norte del país.
Actualmente en Burkina Faso operan las organizaciones terroristas Ansar al Islam y Jama'at Nasr al-Islam wal Muslimin, ambas vinculadas al Al Qaeda (prohibida en Rusia y otros países).
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