El proyecto se llama Accel y se prevé que la nave despegará en 2020 para superar el récord establecido por Siemens en 2017 con sus 338 km/h. Para que sea posible alcanzar la velocidad anunciada el avión estará dotado de tres motores eléctricos 750R.
Según explicó el jefe del proyecto, Matheu Parr, el Rolls-Royce Accel tendrá la batería más potente jamás creada para una aeronave. De hecho, precisamente esta batería es el mayor reto del equipo encargado de desarrollar el avión eléctrico más rápido del mundo.
Tiene que ser lo suficientemente potente para batir una serie de récords de velocidad y rendimiento, lo bastante ligera para volar y estable para no sobrecalentarse.
En su conjunto, los tres motores alcanzarán una potencia de más de 500 caballos para un vuelo récord.
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