Se precisa que Turquía trasladó obuses, carros de combate y otro tipo de equipo pesado desde diferentes unidades militares del oeste del país para fortificar la frontera con Siria.
El 12 de diciembre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, había declarado que Ankara estaba preparada para lanzar una ofensiva en la zona siria de Manbij contra las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG), si Estados Unidos, su principal aliado, no las retiraba de allí.
Para Turquía, las YPG son un brazo armado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que consideran como una organización terrorista.
Sin embargo, más tarde Turquía postergó la operación para evitar choques accidentales con las tropas estadounidenses que decidieron abandonar el territorio sirio.
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