El 28 de diciembre Merkel y Macron llamaron a garantizar un paso libre a todas las embarcaciones por el estrecho de Kerch y a liberar a los marineros ucranianos arrestados tras su entrada ilegal en aguas territoriales rusas.
"Causa tristeza la segunda parte de la declaración, en la que Berlín y París acusan directamente a Rusia de supuestas violaciones de los derechos humanos en Crimea, de la agudización de la situación en el mar de Azov y en el estrecho de Kerch, y nos plantean exigencias inaceptables", indicó la Cancillería rusa en un comunicado.
"Rusia seguirá en lo adelante defendiendo de manera tajante su soberanía e impedirá cualquier intento de realizar nuevas provocaciones", subrayó la Cancillería.
A finales de noviembre tres barcos de la Armada ucraniana violaron la frontera rusa al entrar en una zona provisionalmente cerrada en las aguas rusas del mar Negro y avanzaron hacia el estrecho de Kerch.
Vídeo: "Yo cumplía órdenes": testimonios de los marinos ucranianos que violaron la frontera rusa
Crimea se escindió de Ucrania y volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96%, avalaron esta opción.
La consulta popular se llevó a cabo un mes después del golpe de Estado que se produjo en Ucrania y que desencadenó un conflicto armado interno en el sureste de ese país.