"Espero que el diálogo continúe, eso resulta importante no solo para Serbia, Kosovo, Metojia y Albania, sino para toda la región, y nuevamente confío en que prevalezca el sentido común", dijo la jefa del Gabinete serbio en una rueda de prensa celebrada en Bruselas.
La funcionaria destacó que Belgrado, apoyado por la UE, llama a Pristina a suspender los aranceles y a sentarse a la mesa de negociaciones.
La primera ministra resaltó que su país no aprobó ninguna medida simétrica y continúa llamando a la paz y al diálogo, apelando a los mecanismo internacionales existentes que permiten lograr una distensión.
En noviembre, en un claro desafío a Bruselas, el Gobierno de la autoproclamada República de Kosovo aumentó del 10 al 100% los aranceles a todos los productos procedentes de Serbia y Bosnia y Herzegovina.
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En varias ciudades kosovares se celebraron protestas pacíficas contra los aranceles de Pristina.
Pristina asegura que no suspenderá las nuevas tarifas hasta que Belgrado no reconozca a Kosovo en calidad de país independiente.
El Parlamento de Kosovo aprobó además varios proyectos de leyes sobre la transformación de la Fuerza de Seguridad, dotada de armas ligeras, en un Ejército con 5.000 militares en servicio activo y 3.000 reservistas.
Belgrado condenó el plan de su territorio rebelde y adelantó que pediría una reunión del Consejo de Seguridad para examinar el tema.