"Observamos con gran decepción la postura de la Unión Europea que, por un lado, pretende ser un mediador objetivo, y por otro lado, hace caso omiso de la creación ilegal del Ejército de Kosovo", dijo Nebenzia en una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU.
Subrayó que "es una política irresponsable e hipócrita que ha cruzado una línea peligrosa".
El embajador ruso llamó a cancelar de inmediato la decisión sobre el Ejército de Kosovo que "es una violación flagrante de la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU".
El Parlamento de Kosovo aprobó el 14 de diciembre varios proyectos de leyes sobre la transformación de la Fuerza de Seguridad de Kosovo (KSF), dotada de armas ligeras, en un Ejército con 5.000 militares en servicio activo y 3.000 reservistas.
Belgrado condenó el plan de su territorio rebelde y adelantó que pediría una reunión del Consejo de Seguridad para examinar el tema.
En 2017, Pristina ya trató de ampliar las competencias de las KSF mediante una ley, pero la comunidad internacional –incluyendo a Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos– se opuso a esa iniciativa.
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Kosovo, antigua provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 una independencia que Belgrado no reconoce.
Por el momento, la independencia de Kosovo ha sido reconocida por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la UE, pero no goza del reconocimiento de Rusia, China, España, Irán, Israel, Grecia y Siria, entre otros países.