Fue el 12 de diciembre cuando los astrónomos compartieron una grabación 'timelapse' —de cámara rápida—, filmada entre julio y agosto de 2014.
En el vídeo se puede apreciar la actividad atmosférica del cuerpo celeste, que no puede verse a simple vista.
Las imágenes fueron obtenidas gracias al satélite PROBA-2, el primer aparato producido en el marco del programa de satélites económicos.
Pese a su minúsculo peso —130 kilogramos—, el satélite representa una herramienta muy eficaz para estudiar el Sol. Su antecesor, Ulysses, fue el primer aparato capaz de acercarse a los polos solares, pero no tenía equipamiento para sacar imágenes.
Este diciembre, el satélite logró transmitir a la tierra la primera imagen compuesta del polo norte de la estrella.