El insólito episodio se dio en la ciudad de Werl, en Alemania: allí se encuentra la fábrica de chocolates DreiMeister, en donde un tanque sufrió una avería. Su contenido se derramó hacia la calle y generó un episodio increíble, según informó el periódico local Soester Anzeiger.
Debido a la temperatura cercana a los 0ºC, el fluido marrón se solidificó. La calle quedó pavimentada en chocolate. No es una expresión en sentido figurado. La calzada se vio revestida por el manjar marrón. Naturalmente, los coches no podían transitar. Al menos por respeto al chocolate.
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Para desbloquear la calle, una brigada de unos 25 bomberos debió quitar la enorme mancha marrón con pico y pala. En los recovecos, debieron derretirlo con agua caliente. Según los fabricantes, afortunadamente el hecho se dio con una lejanía razonable de la Navidad. En ese caso, dijeron, hubiera sido catastrófico.