Se trata de una adaptación escénica, "Lolita/Juana de Arco", en la que el director Yehezkel Lazarov ha mezclado la célebre novela de Vladimir Nabokov con las actas del juicio inquisitorial a la Doncella de Orleans.
"La idea de dar el papel de Juana de Arco a una androide se le ocurrió al director Yehezkel Lazarov antes incluso de que empezaran los ensayos", dijo a Sputnik el actor Israel [Sasha] Demidov, uno de los cuatro protagonistas.
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Después de estudiar numerosos vídeos de diversos países, el director se decantó por una empresa de robótica de Moscú que diseñó una androide a petición suya.
Un operador de sonido, oculto para el público, vela por que la androide replique con precisión a sus interlocutores que, a su vez, procuran interactuar con ella con la máxima naturalidad para que parezca una persona viva.
"El resultado es un efecto especial, de confianza que los espectadores sienten a pesar de una voz artificial y una forma mecánica", afirmó el actor.
El prototipo de Juana que sale a las tablas del Teatro Gesher es Kiki, una androide de 160 centímetros y 80 kilos que jamás hizo teatro pero sí apareció ante el público en calidad de copresentadora de conciertos en el estadio Olimpiyski de Moscú y como gía en el recinto ferial Crocus Expo.