Según Mozzatto, los venecianos no creyeron que su ciudad estaba más contaminada que Milán hasta que el Departamento de Salud lo confirmó.
"Desgraciadamente, la situación es muy complicada porque aquí hay un montón de lanchas a motor, taxis acuáticos y cruceros que contaminan el aire peor que los automóviles. (…)", enfatizó.
Posibles métodos de solución
Mozzatto considera que las autoridades deben tomar medidas urgentemente porque la contaminación afecta tanto el turismo como la imagen de Venecia en el mundo.
Varios estudios señalaron que una nave turística contamina el ambiente tanto como 14.000 automóviles. A esto respecto Mozzatto opina que es necesario sustituir los motores que contaminan la atmósfera por eléctricos o híbridos que utilizan fuentes de energía alternativas.
"No obstante, el anterior ministro de Medio Ambiente excluyó lanchas a motor de la lista de medios de transporte que deben ser subvencionados para que cambien sus motores", enfatizó.
¿Quién puede ayudar a solucionar el problema?
Mozzatto, que durante un tiempo ha estado luchando contra la contaminación del aire en Venecia, apela en primer lugar a los comités internacionales y a la Unesco para que ejerzan presión sobre las empresas italianas. Según el profesor, el esmog estropea el patrimonio cultural de Venecia.
El interlocutor destacó que los primeros datos alarmantes acerca de la contaminación del aire aparecieron hace un año. Sin embargo, a pesar de todas las advertencias, los llamamientos a que la Organización Sanitaria Estatal emprenda medidas urgentes y a que se cierren canales, nadie ha hecho nada.
"La auténtica Venecia (…), con su tradiciones, corre el riesgo de convertirse en un Disneyland, donde los empresarios podrán ganar dinero de una manera más o menos legal mientras que los venecianos se verán obligados a abandonar la ciudad. Aproximadamente 1.000 residentes huyen anualmente de la ciudad ", recalcó.
Otros datos señalan que su capacidad de acogida turística puede ser aún mayor: 52.000 turistas al día y 19 millones al año. No obstante, en la realidad son 28 millones de turistas los que llegan anualmente a esta ciudad italiana.