Mohamadi contó que hace algo más de dos años le dieron varias dosis de quimioterapia en el Hospital Al Rantisi de Gaza y la enfermedad remitió, pero para completar el tratamiento necesitaba diversas sesiones de radioterapia que no pueden practicarse en Gaza con lo cual pidió permiso a Israel para tratarse en un hospital de Jerusalén.
"No creo que me concedan el permiso, aunque me parece extraño porque cuando empecé a estar enfermo me dieron uno para ir a Jerusalén a hacerme un PET TAC [prueba clave para el cáncer que no se puede realizar en Gaza]", explica Mohamadi, de 43 años.
Relató que la última vez que pidió el permiso le llamaron para interrogarle.
"Estuve allí desde la mañana hasta la noche, la mayor parte del tiempo esperando. En el interrogatorio me preguntaron de todo", cuenta Mohamadi, padre de cuatro hijos.
Cada año se diagnostica cáncer a unas 1.500 personas en Gaza. La falta de medios hace que las cifras de supervivencia de los enfermos sean mucho más bajas que en Israel.
Miles de gazatíes solicitan permiso cada año a las autoridades israelís para salir de Gaza por el paso fronterizo de Erez y tratarse en hospitales de Jerusalén este, Cisjordania, Jordania o Israel. Otros optan por Egipto y cruzan por el paso de Rafah, si está abierto. Entre el 2014 y el 2017, estuvo la mayor parte del tiempo cerrado.
No te lo pierdas: Ministro israelí de Educación ordenaría al Ejército que matase a palestinos
Antes de pedir los permisos, las autoridades sanitarias palestinas han referido cada caso a un hospital y los pacientes ya disponen de cita médica.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) asume los gastos de la mayoría de los enfermos, otros reciben ayuda de ONGs o los pagan de su bolsillo.
Entre enero y junio del 2018, 12.711 gazatíes solicitaron permiso por razones médicas a Israel para entrar en su territorio (no se puede llegar a Cisjordania, Jerusalén este ni Jordania sin pasar por Israel). El 60% se aprobaron, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Muchos pacientes reciben luz verde meses después de que hayan pasado las citas médicas.
Para algunos la autorización llega demasiado tarde. En 2017, 56 personas murieron en Gaza esperando un permiso, según denunciaron ONGs como Amnistía Internacional y Médicos por los Derechos Humanos (PHR).
A la mayoría de personas les deniegan los permisos sin explicaciones, a otras las rechazan por tener un familiar del movimiento islamista Hamás, que controla Gaza.
Las ONGs consideran que esta política es "un castigo colectivo".
Las organizaciones israelís y palestinas PHR, Adalah, Gisha y Al Mezan presentaron una petición al Tribunal Supremo israelí para denunciar esta práctica y la justicia les dio la razón.
A los pacientes les afecta el bloqueo de Israel, la política restrictiva de Egipto y la división entre Hamás y Al Fatah, el movimiento del presidente palestino, Mahmud Abás.
En el 2017, la ANP cortó el suministro de medicamentos durante meses para presionar a Hamás, pero solo logró perjudicar a los enfermos.
Tema relacionado: El Banco Mundial advierte que la economía de Gaza está "en caída libre"
El pasado agosto, el Hospital Al Rantisi suspendió los tratamientos de quimioterapia por falta de fármacos, pero se retomaron porque la ANP mandó una remesa.