Los representantes de ambas empresas se han reunido con el ministro de Energía de Groenlandia, Aqqalu Jerimiassen, y han solicitado que se celebren más reuniones para abordar las perspectivas de perforar, a partir de 2021, los yacimientos costeros de Nuussuaq, al noroeste de la isla.
Esta es la primera vez que China muestra interés en extraer petróleo en la isla más grande del mundo, famosa por su clima árido y por su escasa población, de unos 55.000 habitantes. Un negocio que las autoridades de Groenlandia han calificado de "positivo".
La búsqueda de nuevas fuentes de ingresos adicionales se ha intensificado porque Groenlandia se enfrenta a una brecha cada vez mayor entre los ingresos y el coste del bienestar. Un hecho que se une al envejecimiento de su población.
Los estudios geológicos que se han elaborado en la isla estiman que las profundidades de Groenlandia albergan petróleo y gas equivalente a 50.000 millones de barriles. Los intentos de Groenlandia por extraer el petróleo en su mar del Norte comenzaron en 1972 y, desde entonces, se han extraído 3.800 millones de barriles, lo que ha hecho que la isla ingrese 415.000 millones de coronas danesas —unos 57.000 millones de dólares—.
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Los intentos de la empresas extranjeras por hacerse con el petróleo groenlandés han fracaso. La escocesa Cairn Energy, una de las principales compañías independientes de exploración y de distribución de petróleo y de gas de Europa, no fue capaz en su momento de hacer las cosas bien y tuvo que retirarse de Groenlandia. Con los precios del crudo cayendo más de 100 dólares por barril en 2008 y entre 40 y 50 dólares en 2016, todas las demás empresas con derechos de exploración de yacimientos groenlandeses devolvieron sus licencias. Porque la extracción petrolera en el Ártico no es solo costosa, sino que también está plagada de riesgos debido al clima extremo.
El interés de China por el Ártico —y eso incluye a Groenlandia— ha alarmado tanto a EEUU como a la propia Dinamarca. En su última evaluación de riesgos, el Servicio de Inteligencia de la Defensa danés avisa de los riesgos asociados a las inversiones chinas en Groenlandia "como resultado de los estrechos vínculos entre las empresas chinas y los líderes chinos". También advierte del gran impacto que ello conllevaría en la pequeña población de Groenlandia.
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En 2016, Dinamarca detuvo los planes de China de comprar una instalación de defensa que no se estaba utilizando. En septiembre de 2018, las autoridades groenlandesas cedieron a la presión de Copenhague y evitaron que una empresa china firmase un contrato para modernizar sus aeropuertos. Estados Unidos, que ha mantenido varias bases en Groenlandia durante décadas, apoya la idea de mantener a las compañías chinas lejos de la isla.