La Administración de Trump, según señaló Erekat en un comunicado, "no puede jugar un papel de pacificador declarando que su decisión de trasladar la embajada [de EEUU] en Israel a Jerusalén, violando la resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU, fue 'un reconocimiento de la realidad'".
"El rechazo [de Trump] de la Corte Penal Internacional es un rechazo de la ley internacional. Hay que destacar que Israel, el poder ocupante, no ha implementado ninguna de las resoluciones de la Asamblea General ni del Consejo de Seguridad de la ONU", subrayó Erekat.
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"La realidad hoy es que debido a las decisiones pro-Israel decantadas hacia un lado de la Administración de EEUU, la paz entre los palestinos y los israelíes se ha arruinado", añadió el secretario general de la OLP.