Basora estuvo sumida en violentas protestas toda la semana anterior, los manifestantes exigían a las autoridades acabar con los cortes de suministro de electricidad y de agua, resolver el problema del desempleo y mejorar los servicios básicos.
El 4 y el 5 de septiembre de la semana pasada los manifestantes prendieron fuego a los edificios de las administraciones provincial y urbana de Basora.
El Ejército iraquí recibió la orden de restablecer el orden en la ciudad y dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos y armas de fuego.
Durante las manifestaciones hubo varios muertos y heridos.
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El 6 de septiembre de la semana pasada, los manifestantes incendiaron en Basora las oficinas de los partidos y movimientos políticos iraníes, y el 7 de septiembre prendieron fuego al consulado de Irán y a uno de los palacios presidenciales en el centro de la ciudad.