No es una casualidad que el senador republicano Ronald Johnson y el secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, decidieran visitar Belgrado casi al mismo tiempo, opina el analista político del Centro para la estabilidad social, entrevistado por Sputnik.
La próxima semana, Johnson visitará Serbia, Macedonia, Grecia y la autoproclamada República de Kosovo.
Según Predrag Rajic, esta gira balcánica del político cercano a Donald Trump es una señal del próximo cambio en las relaciones entre Washington y Belgrado.
El experto también observa que la gira balcánica de Johnson no incluye Bosnia y Herzegovina, lo que puede significar que aún no se ha encontrado una solución aceptable para todas las partes.
"Los estadounidenses no quieren que un lado del conflicto, que son muchos en los Balcanes, lo reciba todo y otros lo pierdan todo. Quieren que todos renuncien a algunos de sus intereses y todos estén insatisfechos, pero no demasiado. Desde el punto de vista de Trump, tales decisiones son las más eficientes y duraderas, este es su enfoque pragmático de la política internacional", explica Rajic.
Además: Rusia y Serbia llaman a evitar las líneas divisorias en los Balcanes
"A diferencia de Johnson, que, al parecer, se dirige a Serbia para oír su posición y ver todo el panorama para luego presentarlo a las estructuras de poder clave de EEUU —la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono—, Ross llegó a Belgrado con unas propuestas concretas", asegura.
"Ross es una figura profundamente integrada en la economía estadounidense. Al menos por esta razón se puede esperar algunas propuestas de su parte. Belgrado debería evaluar sus beneficios y quizás abrir una nueva página en las relaciones con Estados Unidos. Creo que, antes que nada, estamos hablando de inversiones y del sector financiero", afirma Rajic.
Tema relacionado: La solución del problema de Kosovo solo es posible en condiciones aceptables para Belgrado
Rajic recuerda también las palabras del asesor de seguridad nacional del presidente de EEUU, John Bolton, quien señaló que la política estadounidense con respecto a Serbia en los últimos años se ha ejecutado "en piloto automático" y que era hora de cambiar las cosas.
"En cualquier caso, este es un gran paso adelante para nosotros. (…) No debemos olvidar que el problema de Kosovo no puede ser resuelto sin la participación de Washington, porque los estadounidenses son los únicos que tienen una capacidad de presionar a los albaneses en Kosovo y Metojia, la UE no tiene este tipo de herramientas de influencia", concluye Rajic.