"Las Fuerzas Armadas sirias no poseen armas químicas ni planean usarlas ya que no tienen esa necesidad militar", dijo en una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en la provincia siria de Idlib.
El diplomático ruso apuntó que para Damasco no tiene sentido recurrir a esas armas "para provocar un ataque de respuesta de tres potencias".
Nebenzia anunció que planea examinar esta situación con el secretario general de la ONU, António Guterres, en su próxima reunión.
Además, tiene previsto discutir con Guterres la directiva interior de la Secretaría de la ONU que impide la participación de las estructuras de la ONU en la restauración de Siria antes de que se produzca una transición política.
El embajador ruso ante la ONU señaló también que las declaraciones del representante permanente sirio y la presentación de pruebas de las futuras provocaciones con el uso de armas químicas no convencerán a algunos miembros del Consejo de Seguridad.
"Lamentablemente, algunos de nuestros socios en el Consejo de Seguridad no necesitan la verdad", afirmó.
Nebenzia añadió que los líderes de grupos armados que operan en la provincia siria de Idlib deben rendirse.
Agregó que "esta oportunidad todavía está en la mesa, pero es inadmisible mantener el statu quo".
Según Nebenzia, "la situación en Idlib requiere una atención especial, la tarea prioritaria sigue siendo separar a la oposición de los terroristas".
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"Allí está concentrada la mayor parte de las fuerzas del Frente al Nusra [proscrito en Rusia y otros países] que intentan controlar otros grupos, incluidos los que están interesados en la reconciliación nacional", destacó.
Conforme a los acuerdos de reconciliación, a esa provincia se han evacuado los miembros de grupos radicales que se han negado a entregarse a las fuerzas gubernamentales en Alepo, Homs y Guta Oriental, escenarios de operaciones antiterroristas.
La semana pasada los militares del centro ruso comunicaron que los grupos ilegales en Idlib anunciaron que se están preparando para lanzar una ofensiva militar contra las tropas gubernamentales y rechazan el diálogo con el Gobierno.
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Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, advirtió que EEUU dará "una respuesta firme" si Damasco, al reanudar acciones militares en la provincia de Idlib, usa armas químicas.
El militar advirtió que la coalición encabezada por EEUU utilizará esa provocación como pretexto para lanzar un ataque contra instalaciones del Estado sirio.
Con este fin al golfo Pérsico llegó el destructor USS The Sullivans con 56 misiles de crucero a bordo, además el bombardero estratégico B-1B de la Fuerza Aérea de EEUU provisto de 24 misiles de crucero aire-superficie AGM-158 JASSM se trasladó a la base Al Udeid de Catar.
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En abril de 2018 EEUU, Francia y el Reino Unido bombardearon Siria bajo el pretexto del supuesto uso de agentes tóxicos que, según la controvertida ONG Cascos Blancos y las facciones armadas que operaban en la zona, tuvo lugar el 7 de abril en la localidad siria de Duma, en Guta Oriental.
Moscú, por su parte, calificó el presunto incidente de Duma de "montaje" y criticó enérgicamente el ataque occidental contra Siria, "un Estado soberano que está en la primera línea de la lucha contra el terrorismo".