Siendo director de Radio Magallanes, voz del Partido Comunista durante el Gobierno de la Unidad Popular, "Ravest desafío al general Augusto Pinochet y a los militares para dar la noticia de Allende, que fue su último mensaje transmitido antes de ser acallada la radio", dijo Daza, que preside la asociación de las personas que huyeron de la dictadura chilena al exilio en México.
Ravest huyó al exilio y después trabajó en Radio Moscú, donde dirigía en el programa "Escucha Chile", que rompió el cerco informativo de los militares golpistas.
"Aquel programa de Radio Moscú fue muy importante, porque en Casa de Chile de Ciudad de México teníamos muy pocas noticias, por la censura de la dictadura, y el trabajo de Guillermo fue fundamental para romperla", reseñó la presidenta del exilio chileno.
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Para revelar la realidad oculta en el país sudamericano, el exilio organizado retomaba aquellas informaciones y las transmitía desde México al resto de América Latina.
"Con esas noticias de 'Escucha Chile', hacíamos un boletín que transmitíamos a todos los periódicos mexicanos y de otros países, informaciones que no circulaban por otros medios de comunicación", recuerda la activista.
Una vida contra la censura
"Los reportes de Ravest en Radio Moscú informaban de los crímenes y atrocidades de la dictadura, que estaban censurados y no se conocían porque desde Chile alguien las enviaba para su programa", prosigue el testimonio de Daza.
Después la Fuerza Aérea chilena bombardeó el palacio La Moneda, el líder de la Unidad Popular se suicidó y la dictadura encabezada por Pinochet se prolongó 17 años.
Años más tarde, Ravest relató que, en pleno golpe de Estado, regresaba de comprar cigarrillos cuando sonó el teléfono a magneto de Radio Magallanes, accionado a manivela, que comunicaba directamente con el despacho presidencial de La Moneda.
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"Los golpistas ya habían amenazado bombardear el histórico palacio de gobierno y contesté el llamado telefónico: era la inconfundible voz del presidente Allende", relató.
Ravest se encontró después con su colega y compañera Ligeia Balladares, juntos burlaron retenes policiales y militares para distribuir a los corresponsales extranjeros copias de 20 casetes con el audio del mensaje de Allende, que apenas ocultaba dentro de su chamarra.
"Seguramente ésta será la última oportunidad en la que me pueda dirigir a ustedes", comienza el conocido discurso histórico de Allende, que dura seis minutos y contiene 612 palabras, con sonidos ambientales de la cabina y la voz de fondo de Ravest.
El periodista comenzó su carrera en el diario chileno El Siglo y publicó tres libros antes de dedicarse los últimos años a la docencia.
Antes de su deceso, su esposa había muerto reciente en el pueblo de Texcoco, al oriente de la capital mexicana, donde está la Universidad, una casa de estudios conocida por su espíritu rebelde, donde se han formado cientos de militantes de las izquierdas.
Desde la capital rusa, sus amigos y antiguos colegas de Radio Moscú, que trabajan para la heredera de aquel histórico medio de comunicación, emitieron un breve mensaje de condolencias.
"El equipo de quienes formamos el equipo de Sputnik Radio lamenta la pérdida del colega periodista chileno Guillermo Ravest, y se une en el dolor con sus allegados y familiares", reza el mensaje de despedida de sus antiguos colegas.