El 19 de julio el comisionado informó de 12 manifestantes muertos.
"El número de muertos desde el comienzo de las protestas se elevó a 14, el número total de heridos aumentó a 742", dijo el portavoz del comisionado, Fadil al Garawi.
El funcionario precisó que 470 de los heridos son agentes de las fuerzas del orden.
En las protestas fueron destruidos 91 edificios gubernamentales y residenciales, también resultaron dañados automóviles.
Las manifestaciones contra el desempleo y la falta de servicios básicos comenzaron el 8 de julio en la ciudad de Basora y, tras la muerte de un manifestante a manos de la policía, se fueron extendiendo a otras provincias del sur, Mesena, Di Car, Nayaf, Kerbala, Diyala, así como a Bagdad.
El Gobierno instituyó una comisión especial para satisfacer las demandas de los manifestantes prometiendo a los residentes de Basora destinar 2.000 millones de dinares (unos 17 millones de dolares) para restaurar sistemas de suministro de agua potable y electricidad.
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Además, las autoridades prometieron crear 10.000 empleos para los residentes de la provincia.
La televisión estatal iraquí informó con anterioridad, citando fuentes propias, que el Ejército del país fue puesto en alerta.
Actualmente la tasa de desempleo en Irak es de 10,8%; más del 60% de los desocupados son jóvenes menores de 24 años.