El primer disparo de un Katiusha tuvo lugar el 14 de julio de 1941, cuando la batería del capitán Iván Fliórov destruyó completamente las concentraciones de soldados alemanes en la ciudad bielorrusa de Orsha. Sobre el origen de su nombre existen varias versiones. La más plausible es la que lo relaciona con el sello 'K' de la fábrica en las que se producían: la planta de la ciudad de Vorónezh, cuyo nombre era 'Komintern' (la abreviatura de 'Internacional Comunista'). Otra de las versiones asegura que el nombre tiene que ver con una canción del mismo nombre muy popular en aquel entonces.
Tras terminar la Segunda Guerra Mundial, los Katiusha pasaron a utilizarse en los países del conocido Pacto de Varsovia, en Afganistán y en China.
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