"De todo corazón felicitamos a las autoridades de Tailandia por el desenlace feliz de una situación crítica", dijo a la prensa.
"El Ministerio de Emergencias de Rusia propuso inmediatamente su ayuda en la realización de la operación de rescate, aunque finalmente esta colaboración no se necesitó", dijo.
Doce chicos del equipo junior de fútbol tailandés Wild Boars (Jabalíes salvajes) y su entrenador desaparecieron el pasado 23 de junio, después de que entraran en la cueva Tham Luang —de siete kilómetros de longitud— y quedaran incomunicados a causa de una repentina inundación.
En la operación de rescate, evaluada por muchos expertos como excepcional, participaron más de 3.000 personas.
Durante los preparativos para la evacuación, los adolescentes, que no sabían nadar, fueron entrenados para usar equipos de buceo ligero.
Luego, acompañados por buzos experimentados de todo el mundo y nadadores de combate tailandeses, recorrieron una ruta de casi cinco kilómetros a través de secciones parcialmente inundadas de la cueva.