"El Gobierno (brasileño) se está enfrentando a una situación nueva; se mueve entre lo que debería hacer y lo que puede hacer; no hay experiencia previa, pero pedimos que actúe de la forma más rápida posible para que los niños reciban apoyo y no sean llevados a la Justicia sin representación legal", dijo Shepard, que recientemente conquistó una plaza como concejala en la ciudad de Framingham.
Tienen entre cinco y 17 años y la mayoría (33 de ellos) se encuentra en dos albergues de Chicago, aunque otros están repartidos en estados como Arizona, Texas, Florida, California o Nueva York, en muchos casos a miles de kilómetros de sus progenitores.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Aloysio Nunes, viajará los días 6 y 7 de julio a Chicago para participar en una reunión con representantes de todos los consulados brasileños en EEUU, así como con las embajadas de este país, México y Canadá.
Se tratará de la cuestión de los menores, y Shepard espera que haya resultados concretos, porque de momento la promesa de Trump de reunificar a las familias después de que estallase la polémica no ha tenido consecuencias.
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"Faltan mecanismos más públicos y más eficaces de comunicación", lamentó Shepard, que también sugiere más apoyo logístico y financiero a las entidades y ONGs que trabajan con las familias en las fronteras y les asesoran legalmente.
El pasado 26 de junio el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, se reunió con el presidente brasileño Michel Temer en Brasilia y ambos abordaron la cuestión de las familias separadas.
El líder brasileño enfatizó que la situación es "extremadamente sensible" tanto para la sociedad como para el Gobierno y llegó a proponer fletar aviones para ir a buscar a los menores.
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Para Shepard, la idea de separar a los menores de sus padres y confinarles en jaulas forma parte de la "política terrorista" implantada por la administración Trump, que sólo quiere aterrorizar a los inmigrantes para que no crucen la frontera.
Shepard, que es militante del Partido Demócrata estadounidense, participó en las recientes marchas que se realizaron por todo el país contra esta política migratoria, y remarcó que tanto en la comunidad migrante como en la sociedad civil estadounidense hay un consenso en que la actuación está siendo "inhumana".
"Hay críticas y diferentes posturas en relación a la decisión de los padres de viajar con los niños, pero en ningún momento se cuestiona el derecho de los niños a estar con sus padres, eso es una postura común", explicó.
Shepard nació en el estado brasileño de Goiás (centro-oeste) y se empezó a implicar en la política estadounidense hace cinco años, cuando logró aprobar un proyecto de ley de nivel estadual que permite que los inmigrantes indocumentados puedan acceder al permiso de conducir.