El temblor, de 4.1 en la escala de Richter, tuvo su epicentro en el Mar de Galilea y se produjo a las 04.50 de la mañana.
Israel se encuentra situado sobre la falla sirio-africana, que atraviesa el Valle del Jordán, y la región sufre terremotos ocasionalmente. Los expertos aseguran que en la zona se producen fuertes terremotos cada cien años.
El último de grandes dimensiones tuvo lugar en 1927 y mató a 400 personas. En 2016, los expertos advirtieron a un comité de la Kneset (Parlamento israelí) de que el país no está preparado para los miles de muertos y miles de millones de dólares de daños que podrían producirse si hubiera un terremoto de grandes dimensiones.