Las llamaradas de lava incandescente se expandieron en un radio de 2 kilómetros.
Cerca de 700 personas tuvieron que escapar de la aldea de Banjar Galih y refugiarse en un centro de evacuación situado a 6 km del volcán.
Esta es la primera erupción violenta que vive la zona desde el dramático aumento de la actividad volcánica durante 2017, algo que obligó a evacuar a decenas de miles de personas.