El intento de los servicios especiales ucranianos de reclutar a la Irina Visokóvich en la ciudad de Jersón fracasó después de que la periodista diera a conocer los detalles de esta acción.
"Nadie la estaba reclutando, hubo una entrevista con ella, y como resultado se reveló que ella llegó aquí no con un objetivo periodístico, sino como una propagandista; por ello recibió una cantidad grande de dinero", cita el medio al servicio de prensa del SBU.
Visokóvich, que cuenta con la ciudadanía ucraniana y permiso de residencia en Lituania, llegó a Jersón para cubrir el proceso judicial sobre el caso del portal RIA Novosti Ukraina, Kiril Vishinski.
Tras varias horas de conversación, durante la cual no se levantó ninguna acta, Visokóvich, ciudadana de Ucrania con permiso de residencia en Lituania, fue obligada a suscribir un documento en el que aceptaba colaborar con el SBU e informar de los periodistas de RIA Novosti.
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Más tarde la periodista volvió a Lituania y denunció el intento de reclutarla.
El director general de la agencia Rossiya Segodnya, matriz de RIA Novosti y Sputnik, Dmitri Kiseliov, comentó que el intento de reclutar a Visokóvich es "un ejemplo más de cómo el régimen de Kiev menosprecia la profesión de periodista".
El 15 de mayo, los agentes del Gobierno ucraniano detuvieron a Kiril Vishinski, con doble nacionalidad ucraniana y rusa, en Kiev con el argumento de que apoyaba a las milicias de Donbás y dos días después una corte ordenó su arresto por 60 días sin posibilidad de fianza.
El Gobierno ucraniano acusa al periodista de alta traición, por lo que podría ser condenado a una pena de hasta 15 años de prisión.
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Moscú ha exigido la liberación inmediata de Vishinski y el cese de las persecuciones a los medios de comunicación en Ucrania.
El viernes, el periodista anunció que quiere renunciar a la ciudadanía ucraniana y pidió ayuda en su liberación al presidente de Rusia, Vladímir Putin.