El proyecto Turk Stream supone el tendido de dos tuberías con una potencia de 15.750 millones de metros cúbicos anuales cada una, la primera de Rusia a Turquía, que debe ponerse en explotación en 2018, y la segunda a Europa del Sur y del Sureste, con la puesta en explotación en 2019.
"Rusia no se niega a cooperar y examinará todas estas variantes, nos importa que los importantes proyectos de infraestructura resulten garantizados desde el punto de vista de los consumidores de gas y reúnan los requisitos de la legislación europea, por eso necesitamos recibir garantías de Bulgaria y de la Comisión Europea", dijo Nóvak al responder a la pregunta sobre el probable tendido de la segunda tubería vía Bulgaria.
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También señaló que Bulgaria vuelve a mostrar interés en que el tránsito de gas se efectúe por su territorio y además propone estudiar la posibilidad de construir un "hub" de gas en tierra búlgara.