Según una notificación publicada en el registro federal, la decisión fue tomada el 30 de abril pasado por el subsecretario de Estado para Seguridad Internacional y No Proliferación, Christopher Ashley Ford.
En correspondencia con este documento, solo dos programas estadounidenses escapan esta decisión: los suministros de helicópteros rusos Mi-17 para el Ejército afgano y los suministros del equipamiento necesario para los vuelos previstos por el Tratado de Cielos Abiertos.
Rosoboronexport hace tiempo está bajo sanciones de EEUU debido a los conflictos en Ucrania y Siria.
Según el documento del Departamento de Estado, no se trata de nuevas sanciones, cuya imposición es una prerrogativa de la Secretaría del Tesoro de EEUU.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Ese mismo año, EEUU, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.
Moscú, que respondió a las sanciones con un embargo alimentario, ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania.