Anteriormente, se informó de al menos 45 muertos en el pueblo, de un total de 3.000 habitantes.
Se supone que el grupo responsable de la masacre planea perpetrar nuevos ataques contra pueblos vecinos, y los servicios de seguridad llaman a las autoridades a tomar medidas de seguridad adicionales en los distritos de Doka y Maganda para poner coto a las agresiones.
El 5 de mayo, unos hombres armados montados en motocicletas procedentes de un poblado vecino irrumpieron en la aldea de Gwaska y perpetraron una de las peores masacres en la historia de la zona, según testigos, matando a los habitantes y quemando viviendas.
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Las autoridades prometieron reforzar la vigilancia policial y emplazar a los militares en la zona de forma permanente.