"Subrayaron la importancia de que el uso de armas químicas en Siria no quede impune y la necesidad de evitar un mayor uso de armas químicas por parte del régimen (del presidente sirio Bashar) Asad", dice un comunicado publicado tras la conversación telefónica de los dos líderes.
Basándose en las denuncias de grupos de la oposición armada de Siria y ONGs relacionadas, Occidente acusa a Damasco de haber arrojado un barril con cloro sobre la ciudad de Duma, en las afueras de la capital siria, pero el Gobierno sirio lo niega.
Rusia sostiene que el supuesto empleo de sustancias tóxicas en esa localidad siria es un montaje e insiste en que expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) lleven a cabo una investigación sobre el terreno.
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La OPAQ confirmó en un comunicado que pronto enviará una misión a Duma.
El embajador sirio ante Naciones Unidas, Bashar Jaafari, aseguró que Damasco facilitará la visita de los expertos y su acceso a cualquier lugar en Duma.