"Si tiene lugar un ataque se tratará no solo de un acto de agresión, sino de un crimen de guerra de parte de la coalición occidental", dijo Krásov.
El 7 de abril, varios medios de comunicación denunciaron que el Gobierno de Siria llevó a cabo un ataque químico contra Duma, una localidad situada a unos 10 kilómetros al noreste de Damasco, citando como fuentes a grupos rebeldes.
El presidente de EEUU, Donald Trump, acusó a su homólogo sirio Bashar Asad, pero aseguró que también Rusia e Irán eran responsables por su apoyo a Damasco.
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El 9 de abril, Trump sostuvo que su Gobierno decidiría en las próximas 24 o 48 horas una respuesta adecuada al incidente.
Damasco rechazó las acusaciones de haber arrojado un barril con gas cloro sobre Duma.
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La Cancillería rusa dijo a su vez que estas informaciones forman parte de un montaje para proteger a los terroristas en Siria con una posible intervención militar extranjera en Siria.