"El puesto se mantendrá vacante hasta que la OTAN esté lista a trabajar en serio", declaró a periodistas Andréi Kelin, director de Cooperación Europea de la Cancillería.
El diplomático calificó la situación actual como "bastante complicada".
"Hay un alto grado de tensión político-militar y hacen falto algunos pasos para reducirla. Por ahora, no vemos (en la OTAN) la disposición de hacerlo, dialogar en serio (…) Nuestra representación difícilmente podría funcionar de forma cabal ahora debido a circunstancias objetivas", señaló.
Kelin rehusó especificar qué clase de represalias Moscú podría tomar tras el recorte del personal de su representación ante la OTAN. La oficina de información que la Alianza mantiene en la capital rusa, mencionó, solo tiene varios empleados técnicos.
A finales de marzo pasado, la OTAN redujo de 30 a 20 empleados la plantilla de la misión permanente de Rusia ante la Alianza, en apoyo a Londres que responsabilizó a Moscú del envenenamiento del exespía Serguéi Skripal y su hija Yulia en Salisbury.