"En Berdiansk, desgraciadamente, la tripulación fue despojada de sus pasaportes rusos, (…) los guardacostas ucranianos intentan identificar a los miembros de la tripulación como ciudadanos de Ucrania", dijo Sheveliova.
La cooperativa pesquera, propietaria de la embarcación, antes declaró que el barco está retenido ilegalmente y que las acciones de los guardias ucranianos ponen en peligro la vida y seguridad de los tripulantes.
Por su parte el Departamento del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) inició una causa penal, de acuerdo al artículo 211 del Código penal de Rusia, por secuestro de transporte aéreo o marítimo o de líneas ferroviarias.
El 30 de marzo, un tribunal ucraniano arrestó el barco Nord, y el día 2 de abril al capitán de la nave le imputaron "violación de las reglas de ingreso" a Crimea, un cargo que implica hasta cinco años de cárcel.
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El cónsul ruso tampoco tiene acceso al barco de momento.
La semana pasada la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, exigió la liberación del pesquero.
En marzo de 2014, Crimea se convirtió en una región rusa, después del referéndum en el que el 96,77% de los votantes de la República de Crimea y el 95,6% de la población de la ciudad de Sebastopol votaron por la adhesión a Rusia.
Ucrania considera que Crimea es un territorio suyo temporalmente ocupado.
El gobierno ruso ha declarado en repetidas ocasiones que los habitantes de Crimea, de manera democrática y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, votaron a favor de la reunificación con Rusia.
Según el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el tema de Crimea "está cerrado definitivamente".