Varios testigos afirman que la detonación se produjo en un consultorio médico situado en un mercado de la ciudad.
De momento ninguna organización se ha responsabilizado del suceso.
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanzan el movimiento radical Talibán y desde 2015, el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otras naciones) pese a la fuerte presencia militar de EEUU y otros países de su órbita.
El movimiento Talibán, que anteriormente tomó bajo control vastos territorios rurales, empezó a atacar las grandes ciudades.
Según datos de la ONU, las hostilidades dejaron el año pasado casi 4.000 civiles muertos.