"Fue examinado el problema de la solución en Kosovo en el contexto de la provocación emprendida el 26 de marzo por las autoridades de Pristina en Mitrovica contra el director de la oficina gubernamental de Serbia para Kosovo y Metojia, Marko Djuric", dice el comunicado.
Vucic, por su parte, expresó sus condolencias por la tragedia en la ciudad rusa de Kémerovo, en la que murieron 64 personas en un incendio.
El 26 de marzo por la noche, fuerzas especiales de la Policía kosovar irrumpieron violentamente en un edificio administrativo en Mitrovica donde se estaba celebrando una mesa redonda sobre Kosovo.
Según las últimas informaciones, la Policía utilizó granadas aturdidoras y gas lacrimógeno, dejando un saldo de 32 personas afectadas.
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El asalto terminó con la detención de Djuric que más tarde fue deportado a Serbia.
Las autoridades de Pristina justificaron esas acciones con que Djuric tenía prohibido entrar en Kosovo.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 una independencia que Belgrado no reconoce.
Por el momento, la independencia de Kosovo ha sido reconocida por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la UE, pero no goza del reconocimiento de Rusia, China, España, Irán, Israel y Siria, entre otros países.