De visita en Hanói, Lavrov reiteró que Londres sigue sin proporcionar pruebas de que Scripal, exoficial de inteligencia militar rusa reclutado en los años 1990 por el MI6 británico, fue envenenado en Salisbury con una sustancia neuroparalizante de origen ruso.
"Seguimos sin ver las pruebas cuya ausencia induce a pensar que se trata de una provocación. Londres lo hace todo por llevar las relaciones con Rusia a un callejón sin salida", dijo el ministro y añadió que "la investigación ni siquiera ha concluido".
"Es una línea encaminada a profundizar al máximo la crisis con Rusia", dijo.
Anteriormente May responsabilizó a Moscú de lo ocurrido en Salisbury y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
Lea más: Embajador: Londres ya no tiene manera de influir en la política exterior de Rusia
Moscú, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió en respuesta la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.