Los comicios se realizaron en Rusia el pasado 18 de marzo, y en los mismos resultó reelecto con un 76,68% devotos el actual presidente de Rusia, Vladímir Putin.
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El funcionario denunció las violaciones de Kiev justo después de que el viceministro de Exteriores de Ucrania, Serguéi Kislitsa, se refiriera a supuestas infracciones de los derechos humanos que tuvieron lugar en la península de Crimea, y anunciara que para Kiev las elecciones en ese territorio resultan ilegítimas y sus resultados no serán reconocidos.
El funcionario expresó además la preocupación de Rusia ante el incremento de la discriminación y los ataques contra las iglesias ortodoxas y los curas pertenecientes al Patriarcado de Moscú, que los propios expertos de la ONU califican de campaña premeditada que cuenta con el apoyo de las autoridades de Kiev.
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La policía ucraniana no dejó entrar el domingo a los ciudadanos rusos en las legaciones diplomáticas de su país ubicadas en territorio ucraniano para ejercer su derecho a votar en las presidenciales, tal como lo había anunciado Kiev en vísperas de esas elecciones.
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras convocar en marzo de 2014 un referéndum en el que más del 96% de los votantes avalaron esta opción, pero Ucrania sostiene que es territorio ocupado por Rusia.
Moscú subraya que respeta la voluntad de los crimeos, expresada en una votación democrática y en plena conformidad con el Derecho Internacional y la Carta de la ONU.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dio por "cerrado definitivamente" el problema de Crimea.