"El dispositivo nos puede ayudar a descubrir las zonas donde se generan los deseos e incluso controlarlos", dijeron a Sputnik los inventores.
El equipo utiliza la magnetoencefalografía para medir el campo magnético producido por el cerebro humano, millones de veces más débil que el campo magnético de la Tierra.
Tras el escaneo del cerebro se obtiene una enorme matriz de datos sobre los procesos que se producen en el mismo.
Los investigadores utilizan esta información para descubrir mediante un algoritmo establecido las áreas del cerebro que generan las distintas señales.
De este modo, se puede detectar y seguir el funcionamiento de la zona donde nacen los deseos.
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