La primera ministra británica, Theresa May, ordenó el 14 de marzo expulsar a 23 diplomáticos rusos diez días después de que el exagente supuestamente fuera envenenado en la ciudad de Salisbury, en el condado de Wiltshire con una sustancia tóxica, identificada como un neuroparalizante de la familia Novichok creado en la extinta URSS.
La primera ministra acusó a Moscú de estar detrás del suceso sin presentar pruebas, pese a que las autoridades rusas ofrecieron colaborar en una investigación seria del caso.
Llamado a la calma
El político del Partido Laborista remarcó que su formación no es partidaria del Gobierno ruso.
"Sin embargo, esto no significa que debamos resignarnos a una nueva guerra fría con un aumento de los gastos militares, conflictos en todo el mundo y una intolerancia macartista a los disidentes", subrayó.
Corbyn reiteró en su artículo que "las autoridades rusas deben rendir cuentas sobre la base de la evidencia, y nuestra respuesta debe ser decisiva y proporcionada".
Según el opositor, si Moscú no es culpable no se debe descartar la posibilidad de que exista una "conexión" con grupos de la mafia rusa.
No existen pruebas de que el gas usado fuese producido en Rusia
"Científicos de Porton Down no han sido capaces de establecer que el gas nervioso sea de producción rusa", señala en base a una "fuente muy bien situada en el Ministerio de Exteriores" del Reino Unido.
En el mismo condado en el que fueron envenenados Skripal y su hija, en concreto en Porton Down, se ubica uno de los laboratorios militares más secretos del Reino Unido en el que se desarrollaron agentes tóxicos durante la Guerra Fría.
Formulaciones vagas y presiones a funcionarios
El exdiplomático llamó la atención sobre el hecho de que May habló sobre una sustancia "de un tipo desarrollado en Rusia".
"El Gobierno (de May) nunca ha dicho que el gas nervioso se produjo en Rusia ni que solo puede hacerse en Rusia", señaló el exdiplomático.
Según Murray, "cuando se utiliza una expresión formulada con extrema cautela, se sabe que es el resultado de un compromiso muy delicado en el Gobierno".
De acuerdo con el diplomático, que se reserva la identidad de sus fuentes, los científicos de Porton Down están "resentidos de la presión" ejercida para obtener resultados más firmes contra Rusia.
El exdiplomático británico dio a entender que la diplomacia de su país ya está maniobrando para que la comisión investigadora de la OPAQ concluya que la sustancia fue "desarrollada por Rusia" y recordó que algo parecido sucedió cuando se ejerció una "presión extrema contra el personal del Foreign Office y otros funcionarios públicos para firmar el expediente sucio sobre armas de destrucción masiva iraquíes".
Skripal y su hija de 33 años fueron encontrados inconscientes cerca de un centro comercial supuestamente envenenados con un agente nervioso.
El hombre fue reclutado por la agencia británica de espionaje MI6 cuando servía en el Ejército ruso en los años 1990.
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En 2006 la justicia rusa le condenó a 13 años de cárcel por espiar a favor de un Estado extranjero y cuatro años después fue canjeado junto con otros dos espías por diez personas detenidas en Estados Unidos.
Reino Unido acogió a Skripal y le concedió la ciudadanía británica, según lo confirmó la Scotland Yard.