También el líder laborista, Jeremy Corbyn, se sumó a la campaña civil reclamando al Ejecutivo de Theresa May que cese la venta de armamento al régimen de Riad e intervenga en favor del alto el fuego en la guerra contra los hutiés.
"Alemania ha suspendido la venta de armas a Arabia Saudí, pero las ventas de armas británicas se han disparado ¿Utilizará su encuentro [con Bin Salman] para suspender los suministros de armas y demandar una tregua inmediata en Yemen?", cuestionó Corbyn en la sesión parlamentaria de preguntas a la primera ministra.
"El lazo que tenemos con Arabia Saudí es histórico, es importante y ha salvado las vidas de cientos de personas en este país", defendió la primera ministra, Theresa May, en los Comunes (Cámara Baja).
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La manifestación comenzará al atardecer con una serie de discursos e intervenciones frente a la verja de Downing Street.
"Se ha organizado esta visita para vender armas y legitimar una dictadura brutal, y protestamos para enviar el mensaje claro y fuerte de que el príncipe heredero no es bienvenido", declaró a Sputnik Andrew Smith, coordinador de la Campaña Contra el Comercio de Armas [CAAT, por sus siglas en inglés].
La visita de Bin Salman, que incluye un almuerzo con la reina Isabel, provocó una cadena de mensajes en las redes sociales.
"Theresa May y su Gobierno van a extender la alfombra roja para el príncipe heredero saudí mientras mantiene la orden de bombardear civiles en Yemen, azuzando una crisis humanitaria", protestó la diputada laborista, Laura Pidcok, en su cuenta de Twitter.
Al mismo tiempo, Lindsey German, coordinadora de la coalición Stop the War (Parad la Guerra) denunció que el "apoyo y respaldo de Londres al bombardeo ilegal de Yemen expone la falta de ética" en la política exterior del Reino Unido.
Reino Unido ha emitido licencias de exportación de armamento a Arabia Saudí por valor de 4.600 millones de libras (unos 6.400 millones de dólares) desde 2015, de acuerdo con datos oficiales consultados por CAAT.