Se trata de unas maniobras considerablemente amplias en las que participan 2.500 soldados de Estados Unidos y 2.000 soldados de Israel.
Las maniobras fueron diseñadas específicamente para el Ejército del Aire israelí y se prolongarán hasta mediados de marzo.
Su objetivo es incrementar la alerta de los sistemas defensivos antiaéreos con el fin de hacer frente a un eventual lanzamiento de misiles.
Israel dispone en su territorio de baterías antimisiles Patriot, de fabricación estadounidense, así como del sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
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